jueves, 19 de diciembre de 2013

Zapatistas: ¿qué son 20 años?


La dramática irrupción de los pueblos mayas de hace 20 años hizo al país contener el aliento, deslumbró a los pueblos indígenas, y al poder le echó a perder la cena de año nuevo de 1994, y muchas más. Entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que iba a sacarnos del Tercer Mundo y nos metería en las Grandes Ligas.

 Quién hubiera previsto entonces que no sería esa guerra intempestiva, sino otras más cruentas e idiotas las que desgarrarían al país, sometiéndolo a intenso luto, exasperación social y miedo. Las guerras del poder.


El zapatismo no enseñó a leer el futuro como promesa, sino como construcción en progreso. Los pueblos de las montañas de Chiapas cumplen su parte. Dos décadas después viven y están bien, gobiernan sus vidas, defienden a México en los hechos, en sus vidas diarias de resistencia y producción colectiva, aprendizajes de cómo se gobierna y realizaciones tangibles. Pocos pueden hoy decir lo mismo. Y muchos otros cruzarían la frontera de una vez por todas, o casi.


El primero de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pareció salir a inmolarse en nombre de un sueño que sus combatientes no verían. Entre giros inesperados del destino, audaces jugadas de ajedrez contra la guerra encubierta sin reposo desatada por el gobierno, y muchos días, muchas noches, los indígenas rebeldes evolucionaron a la construcción de otra existencia posible que contradecía el mensaje tenaz de los poderes: “sólo es posible el mundo como está, y se joden”.


Hace 20 años era imposible prever que el país se precipitaría en corrupciones inenarrables, violencias extremas e inútiles, avaricia, polarización, engaño y represión. Que los sucesivos gobiernos, a pesar de llamados de atención como el del EZLN o los estallidos y movilizaciones populares que lo han sucedido, acabarían por vender nuestro territorio y lo que él contiene, su subsuelo, sus leyes, su soberanía. ¿A quiénes? A juntas directivas en lejanos países y accionistas jubilados que de México les importan sólo los dividendos en sus inversiones. Y por lo visto nuestros recursos y las mentiras del poder siguen a la alza en los mercados. Plata sangrienta, oro negro molido, maíces zombis, mano de obra barata y legalmente indefensa al modo porfirista.


El zapatismo ha sido un antídoto al desastre nacional. Bien haría el país en escucharlo otra vez. El EZLN, con su esfuerzo combatiente, la construcción pacífica de un pensamiento y una acción pública alternativa, les cumplió a sus pueblos. El millar y pico de comunidades tsotsiles, tseltales, ch’oles y tojolabales y algunos zoques y mames, que desde mediados de los años ochenta del siglo XX, y las que se fundaron a partir del 94 en las tierras recuperadas, le fueron apostando a esa rebeldía liberadora para vivir mejor, literalmente, en ejercicio de la libertad y la dignidad. Caracoles, juntas de buen gobierno, pueblos sonrientes, tierras que producen, escuelas y clínicas autónomas de paso modesto pero incesante.


En una feliz paradoja, el vigésimo aniversario del levantamiento y la declaración de guerra contra el olvido no es una conmemoración de muerte sino lección de vida. Colectiva, firme, generosa. Lástima que ni la clase política ni las cabezas parlantes le presten atención. Si hubieran escuchado otro gallo cantaría en esta Nación arrodillada al gran capital, y quién dijo Independencia, Revolución, etcétera.


Lo bueno es que la semilla no se acaba. A las puertas de 2014, los pueblos zapatistas representan un granero de alternativa para México. Nada más. Nada menos.


connsultado 19 de 12 del 2013 http://www.jornada.unam.mx/2013/12/14/oja-zapatistas.html 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Top 5: las compañías más malvadas sobre la faz de la tierra

Por sus métodos insustentables, prácticas dudosas y su explotación del mercado global, estas 5 compañías se merecen un lugar en el top de las más nocivas del planeta.
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Estas compañías han hecho de todo: desde privatizar el agua, llevar especies al borde de la extinción para rematarlas después y hasta han contratado a mercenarios para infiltrarse en grupos opositores, han sobornado a gobiernos corruptos, y  han obligado a campesinos a comprar productos transgénicos. Su único propósito es acumular más riqueza, sus estrategias no tienen escrúpulos y se aprovechan de un paradigma que asegura la inequidad social en el mundo. Estas son algunas de las peores compañías del mundo:
5. Nestlé
Sector: Alimentación y salud.
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La página oficial de Nestlé describe a la compañía como “líder en alimentación, salud y bienestar en el mundo”.
De acuerdo a un estudio de Hang The Bankers, Nestlé busca establecer un dominio sobre el recurso más preciado del mundo: el agua. Sus tácticas son tan despreciables como su fin: buscan comprar o invertir en regiones económicamente débiles, cuyos gobiernos dan la bienvenida a inversiones extranjeras,  y luego explotan los recursos acuíferos de la región para después venderlos a precios exorbitantes, en comparación al menos, al costo de extraer el precioso líquido.
4. Mitsubishi
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Sector: Electrónica, pesca, sistemas industrializados, y combustibles.
La compañía se estableció al final del siglo XIX como una firma de transportes, y ahora es una marca que representa más de 200 negocios en diferentes campos.
Acto de injusticia: pesca y congelamiento de atunes para venderlos después de que se extingan.
Es bien sabido que la sobrepesca del atún, en especial el Cola Azul, está llevando a la especie directamente hacia la extinción, al grado que en las próximas décadas esta dejará de existir. En vez de contrarrestar esta sobrepesca, o invertir en métodos sustentables de pesca, Mitsubishi hace todo lo contrario: continúa explotando los mares con la esperanza de que se acaben los atunes y así ellos puedan venderlos a precios altísimos. Actualmente pescan el 40% del atún mediterráneo que se vende en Japón.
3. Walmart
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Sector: Cadena de supermercados más grande del mundo
Acto de injusticia: venta de transgénicos, explotación de empleados, arrasa con pequeños negocios.
El 85% de los productos que esta enorme trasnacional vende vienen de China, y es por esto que son tan baratos. Sus trabajadores, que llaman “asociados” perciben el salario mínimo, mientras que el CEO de la compañía gana muchas veces más de lo que estos ganan en un año en tan solo una hora. Si un Walmart abre en la zona, los pequeños comercios y sus dueños quebrarán en cuestión de meses.
2. Academi (Blackwater)
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Sector: Mercenarios
Fundada en 1997, Academi entrena a ex-soldados y los renta como “agentes de seguridad especializados”. Participan en guerras y también trabajan para Monsanto, infiltrandose en grupos que se oponen al rey de los transgénicos.
Actos de injusticia: Se estima que cada año Academi (que antes se conocía como Blackwater) entrena a 40 mil mercenarios. El gobierno estadounidense los contrató para participar en Irak, y actualmente el 90% de los ingresos de grupo provienen del Pentágono.
1. Monsanto
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Sector: Alimentación
Actos de injusticia: Venta de OGMs, obligan a campesinos de todo el mundo a comprar sus semillas, control del gobierno de EUA.
Monsanto es una de las compañías más poderosas del mundo ya que controlan una enorme sección del mercado alimentario global. La venta de sus transgénicos y herbicidas, pesticidas y fertilizantes han sido apoyados por Bono y hasta Bill Gates. Para Monsanto la alimentación del mundo no es más que un negocio, pero afortunadamente hay pueblos y gobiernos que se oponen al gigante. Actos inspiradores como el de los campesinos de Colombia y la prohibición de OGMs en Europa demuestran que sí podemos oponernos a Monsanto y a otras trasnacionales.
Sin embargo, no todo está perdido, todavía podemos cambiar el planeta y derrocar a estas nocivas compañías, en este vínculo podrás encontrar algunas ideas aplicables para hacerlo.


consultado 8 de diciembre 2013: http://www.ecoosfera.com/2013/12/top-5-las-companias-mas-malvadas-sobre-la-faz-de-la-tierra/

Noam Chomsky: los seres humanos se están destruyendo a sí mismos

Chomsky habló sobre la situación en diversos países de medio Oriente y expresó su deseo de un futuro próximo de paz, aunque no cree que ocurra demasiado pronto. 

 

 




Noam Chomsky, el famoso lingüísta y activista antibélico, estuvo en Beirut la semana pasada para recibir un doctorado honoris causa en la Universidad de dicha ciudad. Ahí aprovechó para hacer algunas declaraciones en torno al conflicto en Siria y sus peligrosas implicaciones para la región; además, con vocación filosófica que recuerda a la de Bertrand Russell, Chomsky afirmó que un mundo sin guerra donde sus nietos pudieran crecer seguros era una meta aún lejana.
“Los seres humanos están destruyéndose a sí mismos”, dijo. 


Los acontecimientos que desencadenaron la primavera árabe el año pasado, donde el pueblo sirio tuvo parte activa, provocaron a su vez una brutal respuesta del gobierno, la cual amenaza con convertirse en un conflicto entre los sunis y los chiitas en Siria, lo que fue descrito por Chomsky como un “suicidio”.


“Las protestas [del 2012] estuvieron enteramente justificadas, la gente no pudo haber predicho que existiría esta respuesta brutal, y una vez que la respuesta brutal tuvo lugar era casi inevitable evitar convertirla en un levantamiento armado. El país se dirige al suicidio, se está destruyendo a sí misma y es muy peligroso… La única y ligera esperanza que puedo ver es una solución negociada al estilo Ginebra, aunque sus prospectos son muy limitados.”


Igualmente, el activista lamentó el aumento de la presencia de Hezbollah en Líbano, del que afirmó que “cualquier tipo de militarización ampliará ese conflicto”. A un año de la primavera árabe, Chomsky afirmó que las libertades de expresión y prensa en países como Egipto llevan a creer que los logros de la gente podrían ser permanentes, pues “nadie hace el cambio si no está dispuesto a participar de los cambios”, aunque matizó su entusiasmo con un poco de escepticismo en las perspectivas a futuro:


“Los gobiernos democráticos son mejores que los gobiernos totalitarios, pero no debemos volvernos dementes: ellos no reflejan el público. La brecha entre lo que el público desea y lo que el gobierno desea, la brecha es enorme.”


Chomsky, de 84 años, se refirió al sueño que había motivado toda su labor intelectual durante la mayor parte de su vida como “un mundo donde mis nietos puedan vivir en paz, y no veo que vaya a ocurrir pronto. Pienso que si alguien nos está mirando desde Marte ahora, podría estar pensando que los seres humanos se están destruyendo a sí mismos justo como Siria se destruye a sí misma.”

coonsultado 8 de diciembre 2013 http://pijamasurf.com/2013/06/noam-chomsky-los-seres-humanos-se-estan-destruyendo-a-si-mismos/